El Señor Jesús después de haber resucitado pudo haberse levantado e irse al cielo, pero se quedo en la tierra, su misión todavía no había terminado. Aunque el vino a dar su vida en rescate por la humanidad y lo hizo derramando su sangre por nosotros, nos preguntamos ¿Por qué no se fue en ese momento y se quedo ministrando a favor de todos nosotros?; de los que estaban en aquel tiempo, como los que estamos hoy, para que entendamos que es e evangelio y que lo motivo a venir a este mundo. Si la gente entendiera que hay un enemigo común que vino a matar, robar y destruir; y ese gran enemigo es el diablo y que se endiabla cada día mas para hacernos la vida difícil. Su objetivo es ser diablo, ser el enemigo y acusador. El ha encontrado un campo de trabajo fértil, que es la iglesia y no el mundo, porque este ya esta con el. Es a la iglesia a la cual persigue con el propósito de destruirla. La iglesia, independientemente de los años que lleve caminando, todavía tiene problemas de creer en Jesús, la iglesia de aquellos días de los apóstoles tuvieron problemas, sin embargo andaban con Él. El mismo Juan, quien estuvo mas cerca de Jesús entró al pretorio y estuvo muy cerca de la cruz, no estaba muy claro en lo que había escuchado en tres años. El Señor mismo se le apareció a los once, estando ellos sentados a la mesa, el Señor les censuro duramente su incredulidad y la dureza de corazón.
El Señor había sido crucificado hacia tres días y ya habían endurecido su corazón, ya eran incrédulos. ¿Cuánto ha pasado desde que usted se convirtió? ¿sigue usted creyendo usted de la misma manera o ha creído más, se ha fortalecido más o se ha debilitado más? ¿Cómo esta su fe en el día de hoy? Si aquel gozo que usted sentía antes es menor que el que siente ahora, entonces, usted esta en problemas, porque no es posible que el gozo de hoy sea menor cuando hoy le conoce más.
El Señor les reprochó porque no habían creído aunque lo vieron resucitado. Ninguno de nosotros le ha visto resucitado, hemos tenido quizás visiones, sueños, tal vez una idea. Al Señor resucitado le vieron aquellos que llevando la noticia fueron donde los apóstoles y no les creyeron, ni a Maria Magdalena, ni a las Marías que le vieron en el sepulcro y que hablaron con Él y se abrazaron a sus pies. No le creyeron a los que iban camino a Emaús, que comieron con Él. Y el Señor los reprendió duramente por no haber creído a aquellos que llevaban el mensaje de su resurrección. El Señor se le apareció antes que a los discípulos, a unas Marías que habían llegado al sepulcro.
