OREMOS FERVIENTEMENTE…
Como la gran familia que somos, clamemos de todo corazón a nuestro Padre, en el nombre del Señor Jesucristo, para que su gracia, poder y autoridad llenen a todos los hermanos reunidos en cada evento convocado, para darle gloria y alabanza al Único Dios Verdadero.
Que Su palabra corra y sea glorificada. Que las almas se rindan al Señor y que la Iglesia de Jesucristo sea fortalecida por el Santo Espíritu de Dios.