Bajo el lema: toma tu cruz y sígueme, los días 10 y 11 de octubre, la iglesia del Movimiento Misionero Mundial en Uruguay fue convocada a una gloriosa confraternidad realizada en el departamento de Paysandú. En ella, un grupo de hermanos junto a algunos pastores llegaron para apoyar, convocados todos en un mismo propósito, llenarse y fortalecerse en el Señor para seguir en la línea de batalla.
El día Sábado, en boca del supervisor de la obra en Uruguay, reverendo Carlos Magallanes, el Señor hablo por su palabra instándonos a que nos preparemos para su venida, esforzándonos en no ser tan solo oidores sino hacedores de su palabra, teniendo en cuenta tres aspectos importantes para seguir a Cristo: depender del Señor, pasar por un proceso y aplicar el conocimiento de su palabra.
Llegó el día Domingo y nuestros hermanos bendecidos y con gran fortaleza, tomaron un tiempo para acercarse al trono de nuestro Señor por medio de la adoración, momento que fue de gran bendición para el pueblo de Dios, dirigido por nuestra hermana Deborah Padilla. Dando también lugar al clamor por la obra misionera y las almas, seguidamente el pastor, reverendo Richard Espinoza, trajo el mensaje de la palabra, bajo el tema: Un ejemplo a seguir. Haciendo la lectura en el libro de Hebreos 5:7. Momento en el cual nuestro Dios ministro por su palabra mostrando a su iglesia que “la influencia del poder de Dios levanta, rompe cadenas y liberta” influencia que solo se puede adquirir por medio de la oración.
Al culminar la predicación, el Espíritu Santo tomó en completo control la vida de su siervo, ministrando con gran poder a nuestros hermanos, llenando de fortaleza sus vidas para seguir de pie, avanzando.
La iglesia del Movimiento Misionero Mundial en Uruguay ha recibido una gran bendición de parte de nuestro Señor, siendo Él el centro de esta gran fiesta espiritual