Clubes de cannabis piden al Papa que apoye a Mujica en ley de marihuana

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Dos clubes de consumidores de marihuana, Mambo Club Social de Hasselt, Bélgica y el Club Social de Cannabis de Maribor de Eslovenia, enviaron una carta al pontífice Francisco, pidiéndole que nomine al presidente José Mujica al Premio Nobel de la Paz.

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En la carta, dirigida al “Hermano Francisco”, “en un momento de gran expectativa, ahora que el presidente Mujica de Uruguay ha decidido detener la guerra contra las drogas en su país. Al proponer un sistema de control del consumo, cultivo y distribución de cannabis”.

En un comunicado difundido junto a la carta, los autores se preguntan: “¿Qué tan comprometido está el hermano Francisco con su hermano José de la ribera norte del Río de la Plata? ¿Va a darle una oportunidad justa para llevar a cabo su experimento con la legalización del cannabis o va a instruir a la Iglesia Católica de Uruguay para oponerse al experimento de Mujica?”

La carta fue enviada hoy al Vaticano, por medio del nuncio apostólico en Montevideo, Uruguay, Janusz Bolonek.

El Premio Nobel de la Paz, se entrega anualmente en Oslo por Comité Nobel Noruego del Parlamento Noruego. Este premio se otorga “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”, según el testamento del propio Alfred Nobel.

A continuación reproducimos la carta enviada al Sumo Pontifice

Hasselt y Maribor, el 17 de enero de 2014.
El Obispo de Roma
Su Santidad el Papa Francisco
Santa Sede

Querido hermano Francisco,
Por la presente, el Club Social Mambo de Hasselt (Bélgica) y el Club Social de Cannabis de Maribor (Eslovenia), tenemos el placer de darle la bienvenida y expresar nuestros mejores deseos de salud y bienestar. Aunque la Iglesia Católica sostiene una guerra contra nosotros, venimos en paz.

Somos los clubes sociales de cannabis, creados para proteger los derechos de los consumidores y los productores de cannabis con el propósito de ayudar a establecer políticas de cannabis que benefician a la sociedad en su conjunto. Nuestros miembros son ciudadanos adultos responsables, que organizan el cultivo de una cantidad limitada de cannabis para satisfacer sus necesidades personales y proporcionar el alivio y la curación de enfermos. Nuestra experiencia muestra que alternativas para promover la paz tendrán éxito si se les da una oportunidad.

Nos dirigimos a usted en un momento de gran expectativa, ahora que el presidente Mujica de Uruguay ha decidido detener la guerra contra las drogas en su país. Al proponer un sistema de control del consumo, cultivo y distribución de cannabis el presidente Mujica ha tenido el coraje de abandonar la fracasada política de 50 años de prohibición.

Por fin la guerra contra las drogas está siendo cuestionada debido a los problemas sociales que genera en términos de salud pública, costos monetarios y violencia. Nuestra preocupación es que los derechos de los consumidores de las sustancias controladas no se consideran, y que tampoco se toma en cuenta que el origen de su consumo es de naturaleza espiritual. En el futuro, cuando los gobiernos hayan logrado el control efectivo de la producción y la distribución de todos los productos que alteran la mente, la situación de los consumidores podría ser peor si el desprecio por sus personas persiste.

Contrariamente a la opinión mercantil vigente de la marihuana, muchos somos los consumidores que consideramos que es una herramienta para la aventura espiritual. Nuestra búsqueda por dar sentido a este mundo no es una aberración de nuestra parte, indica mas bien la aberración de la civilización contemporánea que los consumidores estamos tratando de enfrentar. Condenarnos por nuestra necesidad de dejar por un momento nuestra mente cotidiana de lado, cruelmente nos convierte en chivos expiatorios por los fracasos de la sociedad. ¿Cómo es que la Iglesia de Cristo perdona esta opresión sin fin? ¿Hemos de creer que Cristo inspira esta política de odio?

Embriagado por el efecto de la marihuana, nosotros consumidores dejamos temporalmente nuestra mente detrás. El historiador Flavio Josefo señaló que en la experiencia extática, “cuando el Espíritu Santo entra, no hay lugar para la mente”. Los consumidores de marihuana contemporáneos ya no podemos dar credibilidad a la idea de un Espíritu que viene de lo alto para poseernos, pero en el momento de nuestro éxtasis también sentimos que nuestra mente nos deja, mientras que nuestros sentimientos más íntimos se apresuran a manifestarse. En este momento de arrebato nos encontramos con el prójimo como nunca antes, como lo enseñó Jesús de Nazaret cuando nos dijo que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esta es la gran revelación que los consumidores de cannabis – cada uno de una manera única y personal – experimentan.

Visto desde esta perspectiva, la marihuana se convierte en un medio para la reflexión, como lo fue en tiempos proféticos. Lejos de inducir a la depravación espiritual, ella lleva a la comprensión. Sin embargo, existe un gran rechazo de muchos usuarios de marihuana a comprometerse con el mensaje de Cristo, como hemos llegado a conocer este mensaje no por el amor hacia el prójimo, sino por las formas aterradoras que la Iglesia ha tratado de imponer ese amor. Los horrores del reinado de la Iglesia, ejemplificada en la caza de brujas – precursora de la cruzada contemporánea contra los usuarios de drogas – ha perturbado la apreciación de ese mensaje a tal punto que recientemente incluso los líderes políticos europeos, en el momento de redactar la Constitución de la Unión, no estaban dispuestos a reconocer los orígenes cristianos de nuestra civilización.

En marzo de 2000 el Papa Juan Pablo II pidió perdón por los pecados de la Iglesia a lo largo de los siglos, diciendo que “” los cristianos … han violado los derechos de los grupos étnicos y de los pueblos, despreciando sus culturas y tradiciones religiosas …” Con estas palabras en mente le pedimos que se aproxime a los consumidores de marihuana, hoy en día tolerados con desprecio, cuyos derechos son violados a diario, recordando que nosotros también somos prójimos de la Iglesia, a los que Cristo quiere que ames.

Vivimos bajo un régimen de tolerancia en la que, en cualquier momento dado, decisiones arbitrarias deshacen todos nuestros logros y arruinan nuestras vidas, lo que los miembros de nuestros clubes están experimentando en persona. Por esta razón estamos inmensamente satisfechos con el hecho de que a comenzar con Uruguay, los consumidores de cannabis finalmente obtendrán una protección legal. Hemos organizado esta campaña para la nominación del presidente Mujica para el Premio Nobel de la Paz como un medio para darle un mensaje unificado de apoyo de los consumidores de cannabis y de nuestros aliados entre los políticos y el mundo académico. Aunque usted mismo ha respaldado públicamente la prohibición, también ha indicado que desea volver a los valores humanos básicos de modestia y de compromiso con el otro, rechazando la codicia material. Por consiguiente esperamos que apoye a las políticas humanitarias del presidente Mujica y la promesa de un trato digno que ofrecen para todos los consumidores de cannabis. Deseamos que de su bendición a nuestra campaña y que levante su voz apoyando el experimento del presidente Mujica para la paz y la solidaridad; “deseando con supremo ardor” la aceptación por parte de la Iglesia de las plantas que la madre naturaleza da para sanar las mentes de sus hijos, a fin de que el éxtasis inducido por la marihuana pueda llevar a una comprensión contemporánea de la belleza del mensaje de Cristo: olvídate de tu apego a las cosas materiales, olvídate de ti mismo y encuentre la felicidad en tus prójimos.

Así mismo tenemos el agrado de invitarle a usted, hermano Francisco, para unirse con nosotros y nominar a José Mujica Cordano para el Premio Nobel de la Paz 2014.

Esperamos su respuesta y agradecemos su consideración benevolente.

Atentamente,
Mambo Social Club Cannabis Social Club Maribor
Hasselt, Bélgica. Maribor, Eslovenia
Michel Degens Sanjin Jašar

 

Fuente: Diario El País

 

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20-25

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